jueves, 30 de octubre de 2014

"PARÁLISIS CEREBRAL"

INTRODUCCIÓN

Durante el período madurativo del sistema nervioso central pueden presentarse determinadas influencias que provoquen daños en el mismo ya sea en las etapas en que el niño se está formando en el vientre de su madre, en el momento de nacer o después. Cuando esto ocurre específicamente en el cerebro, pueden aparecer trastornos motores, psíquicos, conductuales, auditivos, ópticos o del lenguaje, pudiendo llegar a constituirse en un grupo de síndromes que originan retardo en el desarrollo psicomotor entre los que se encuentra la parálisis cerebral.
La parálisis cerebral es la primera causa de invalidez en la infancia. El niño que padece de este trastorno presenta afectaciones motrices que le impiden un desarrollo normal. La psicomotricidad se encuentra afectada en gran medida, estando la relación entre razonamiento y movimiento dañado, y por ende el desarrollo de habilidades que se desprenden de esa relación.
Múltiples factores la producen, el mayor porciento ocurre en el momento del nacimiento en que por distintos motivos puede ocurrir una hipoxia del cerebro, lesionando zonas del mismo. Esta lesión se contempló como neurofisiológico, provoca diferentes incapacidades tales como trastornos de la postura y el movimiento que pueden estar acompañadas o no de convulsiones, retraso mental, problemas visuales, auditivos y del lenguaje.
La mayoría de los casos tienen posibilidades de rehabilitación teniendo en cuenta la magnitud del daño cerebral, la edad del niño, el grado de retraso mental, ataques epilépticos y otros problemas que puedan estar asociados. El aspecto motor puede ser modificado de manera favorable si el tratamiento comienza en edades tempranas evitando retrasar aún más la adquisición y el aprendizaje de determinadas conductas motrices.
La rehabilitación pudiera considerarse como un conjunto de tratamientos mediante los cuales una persona incapacitada se coloca mental, física, ocupacional y laboralmente en condiciones que posibilitan un desenvolvimiento lo más cercano posible al de una persona normal dentro de su medio social.



MARCO TEÓRICO

En la actualidad existe un consenso en considerar a la parálisis  cerebral (PC) como un grupo de trastorno del desarrollo del movimiento y de la postura, causantes de limitación de la actividad, que son atribuidos a una agresión no progresiva sobre un cerebro en desarrollo, en la época fetal o primeros años.
La (PC) es un síndrome que puede ser debido  a diferentes etimologías. El conocimiento de los distintos factores que están relacionados con la (PC) es importante porque alguno de ellos se pueda prevenir, facilitar la detección precoz y el seguimiento de los niños con el riesgo de presentar  PC.
La parálisis cerebral no tiene una causa única. Hay muchas razones por las que alguien podría tenerla. Un niño no nacido podría haber sufrido una lesión en el cerebro o tuvo un desarrollo anormal del tejido cerebral, estos se llaman “causas prenatales”, que significa que ocurrieron antes del nacimiento. Estas causas son responsables de aproximadamente 70% de los casos de parálisis. Otro 20% de los casos es causado por una lesión cerebral que pasa durante el proceso de nacimiento incluyendo bajos niveles de oxígeno durante el parto o por complicaciones de la prematuridad.
La parálisis cerebral adquirida ocurre cuando hay daño cerebral durante el primer año de vida, este daño puede ser causado por infecciones cerebrales, como la meningitis bacteriana o encefalitis viral. También puede ser causada por una lesión en la cabeza – como de un accidente de vehículo de motor, una caída o maltrato infantil, a veces  la causa real de la parálisis cerebral de un niño en particular no se puede determinar.
Aunque puede haber habido una lesión cerebral o un problema de desarrollo durante la gestación, los problemas con el control motor y la postura pueden pasar desapercibidos hasta que las habilidades motoras del bebé se desarrollen en la medida de identificar la condición. Por lo tanto, muchos niños con esta enfermedad no son diagnosticados en el período neonatal, Sin embargo la mayoría se puede diagnosticar en los primeros 2 años de vida.




¿Qué es parálisis cerebral infantil (PC)?

Parálisis cerebral es un término usado para describir un grupo de incapacidades motoras producidas por un daño en el cerebro del niño que pueden ocurrir en el período prenatal, perinatal o postnatal.
La definición de PCI más ampliamente aceptada y más precisa es la de un "trastorno del tono postular y del movimiento, de carácter persistente (pero no invariable), secundario a una agresión no progresiva a un cerebro inmaduro”.
Bajo el concepto de PC encontramos diferentes tipos de patologías con causas diferentes, con pronóstico variable dependiendo del grado de afectación y extensión de la lesión en el cerebro. La lesión es cerebral por lo que no incluye otras causas de trastorno motor (lesión medular, de sistema nervioso periférico). No es progresiva y si de carácter persistente causando un deterioro variable de la coordinación del movimiento, con la incapacidad posterior del niño para mantener posturas normales y realizar movimientos normales, conduciendo entonces a otros problemas ya ortopédicos por lo que se deben prevenir desde el primer momento. Al ocurrir en una etapa en que el cerebro se encuentra en desarrollo va a interferir en la correcta maduración del sistema nervioso incluso sin que el niño tenga una experiencia previa del movimiento voluntario, pero al no haber una especificidad de funciones y gracias a la neuroplasticidad va a permitir que áreas no lesionadas del cerebro suplan la función de aquellas zonas lesionadas y se establezcan vías suplementarias de transmisión. Esta neuroplasticidad del sistema nervioso será más efectiva cuando la lesión sea focal y mucho menos probable cuando sea generalizada.

Causas de la parálisis cerebral infantil

Las causas se clasifican de acuerdo a la etapa en que ha ocurrido el daño a ese cerebro que se está formando, creciendo y desarrollando. Se clasificarán como causas prenatales, perinatales o posnatales.

Causas prenatales:

ü  Anoxia prenatal. (Circulares al cuello, patologías placentarias o del cordón).
ü  Hemorragia cerebral prenatal.
ü  Infección prenatal. (Toxoplasmosis, rubéola, etc.).
ü  Factor Rh (incompatibilidad madre-feto).
ü  Exposición a radiaciones.
ü  Ingestión de drogas o tóxicos durante el embarazo.
ü  Desnutrición materna (anemia).
ü  Amenaza de aborto.
ü  Tomar medicamentos contraindicados por el médico.
ü  Madre añosa o demasiado joven.

Causas perinatales.

ü  Son las más conocidas y de mayor incidencia, afecta al 90 % de los casos.
ü  Prematuridad.
ü  Bajo peso al nacer.
ü  Hipoxia perinatal.
ü  Trauma físico directo durante el parto.
ü  Mal uso y aplicación de instrumentos (fórceps).
ü  Placenta previa o desprendimiento.
ü  Parto prolongado y/o difícil.
ü  Presentación pelviana con retención de cabeza.
ü  Asfixia por circulares al cuello (anoxia).
ü  10-Cianosis al nacer.
ü  11-Broncoaspiración.

Causas posnatales:

ü  Traumatismos craneales.
ü  Infecciones (meningitis, meningoencefalitis, etc.).
ü  Intoxicaciones (plomo, arsénico).
ü  Accidentes vasculares.
ü  Epilepsia.
ü  Fiebres altas con convulsiones.
ü  Accidentes por descargas eléctricas.
ü  Encefalopatía por anoxia.

Síntomas

Los síntomas de la parálisis cerebral -que varían significativamente de un paciente a otro, por lo que no existen dos casos iguales-, se suelen observar antes de los dos años de edad. Los niños afectados muestran retrasos en su capacidad para sentarse, girar, alcanzar un objeto, gatear, ponerse de pie.  La clasificación clínica de los pacientes con parálisis cerebral se basa en características observadas en los niños afectados, que están relacionadas con el tipo de trastorno motor predominante y la extensión y gravedad del mismo, la presencia de otros trastornos asociados con frecuencia se observan también trastornos sensitivos, cognitivos, conductuales, epilepsia, retraso mental. Las causas de la lesión, etc. Entre las presentaciones más comunes:

Tipos de parálisis cerebral infantil

ü  Parálisis cerebral espástica:

Como cuadriplejía, diplejía, paraplejía, hemiplejía y monoplejía, es la forma de parálisis más frecuente, y las manifestaciones clínicas habituales son la hiperexcitabilidad y la persistencia anormal de los reflejos neonatales. Estas manifestaciones hacen que los puños permanezcan firmemente cerrados, que existan reflejos tónicos del cuello, a menudo mantenidos de forma constante, y posturas de extensión cuando se mantiene en vertical al niño (espalda arqueada, y extensión rígida y rotación interna de las piernas). La espasticidad y la rigidez se van poniendo de manifiesto al crecer el paciente, y con frecuencia dan lugar a posturas anormales de las extremidades y a contracturas.
En la cuadriplejía espástica, la forma más grave, están afectados los cuatro miembros. El niño tiene retraso mental asociado (en más del 90% de los casos) y convulsiones frecuentes.
En la diplejía espástica están afectados los cuatro miembros, aunque es mucho más intenso en las extremidades inferiores. A menudo la inteligencia es normal, pero son frecuentes las apraxias (incapacidad de realizar movimientos de propósito, aprendidos y familiares) que dificultan el aprendizaje.
En la paraplejía espástica sólo están afectadas las extremidades inferiores.
La hemiplejía espástica se manifiesta en la tercera parte del niño diagnosticado y afecto a un lado del cuerpo. Con frecuencia existe hemianopsia homónima (pérdida de visión parcial o completa de una de las mitades del campo visual en ambos ojos), y déficit hemisensorial (falta la sensibilidad en la mitad afectada del cuerpo). Es característica la cojera y la postura que adopta el brazo en flexión mantenida cuando se prona el antebrazo (mostrando el dorso de la mano) y se flexiona la muñeca.
La monoplejía es la debilidad limitada a una extremidad. Es poco frecuente.



ü  Parálisis cerebral disquinética:

Es menos frecuente que la PC espástica, y se caracteriza por movimientos involuntarios, persistencia de reflejos arcaicos y posturas anormales, hipotonía (disminución del tono muscular) en la infancia y movimientos coreoatetósicos y distonías (trastornos del movimiento).
Estos pacientes suelen tener afectados los músculos buco-laríngeos, lo que les ocasiona trastornos del habla. También pueden padecer sordera, lo que puede inducir a pensar, erróneamente, en la existencia de retraso mental profundo; solo se puede valorar la capacidad intelectual después de múltiples exploraciones.

ü  Parálisis cerebral atáxica:

Es una forma poco frecuente de parálisis cerebral (5-10% de los casos), que se caracteriza por hipotonía, falta de coordinación del movimiento y déficit de equilibrio. En la ataxia cerebelosa congénita aparecen hipotonía y reflejos tendinosos durante la lactancia. El temblor y la marcha atáxica se desarrollan a partir del segundo año de vida. Puede haber un déficit mental asociado, pero leve.

¿Qué trastornos tienen relación con la parálisis cerebral?

Retraso mental: 

Dos tercios del total de los pacientes. Es lo más frecuente en niños con cuadriplejía espástica.
ü  Problemas de aprendizaje
ü  Anormalidades oftalmológicas (estrabismo, ambliopía, nistagmo, errores de refracción)
ü  Déficit auditivo
ü  Trastornos de comunicación

Ataques convulsivos:

Una tercera parte del total de los pacientes; se observa con más frecuencia en niños con
Hemiplejía espástica.
ü  Deficiencia del desarrollo
ü  Problemas de alimentación
ü  Reflujo gastroesofágico
ü  Problemas emocionales y de comportamiento (en especial, déficit de atención con hiperactividad, depresión).


Clasificación en función de la extensión del daño cerebral.

El sufijo plagia significa ausencia de movimiento, cuando hay algún tipo de movilidad se utiliza el sufijo parecía (cuadriparesias, tetraparesias, hemiparesias y monoparesias).
  •      Cuadriplejía: Están afectados los cuatro miembros.
  •    Tetraplejía: Afectación global incluyendo tronco y las cuatro extremidades, con un predominio de afectación en miembros superiores.
  •     Triplejía: Afectación de las extremidades inferiores y una superior.
  •   Diplejía: Afectación de las cuatro extremidades con predominio en extremidades inferiores.
  •    Hemiplejía: Está tomado un solo lado del cuerpo (hemicuerpo), y dentro de este el más afectado es el miembro superior.
  •    Doble hemiplejía: Cuando existe una afectación de las cuatro extremidades, pero mucho más evidente en un hemicuerpo, comportándose funcionalmente como una hemiparesia
  •     Paraplejía: Son muy poco frecuentes, se afectan solo los miembros inferiores.
  •   Monoplejía: Se afecta un solo miembro (brazo o pierna), estos casos son poco comunes.
  •  

Tratamiento y prevención de la parálisis cerebral

La parálisis cerebral no tiene cura; el tratamiento es multidisciplinar, y su objetivo es lograr el mayor grado posible de desarrollo físico e integración social de los afectados. Debe ir enfocado a dos líneas de actuación:

Tratamiento del trastorno motor: 

Para mejorar la movilidad del paciente y prevenir y tratar las deformaciones y/o el dolor asociados. Para conseguirlo se emplean técnicas de fisioterapia y terapia ocupacional, dispositivos ortopédicos, cirugía, y fármacos para reducir las convulsiones o relajar los músculos.
Prevención o disminución de los efectos que tiene el trastorno motor sobre el desarrollo general del niño: durante los primeros años de vida, el aprendizaje y la relación del niño con su entorno están directamente relacionados con su capacidad de movimiento. Sus desplazamientos y la manipulación de los objetos le ayudan a conocer su entorno, y la limitación motora le priva de este conocimiento, de ahí la importancia de una atención terapéutica temprana que mejore la autonomía del paciente y sus posibilidades de comunicación.

Tratamiento de los trastornos asociados:

Ya sean déficits sensoriales (hipoacusia, deficiencias visuales...), epilepsia (muy frecuente en estos pacientes), trastornos de la alimentación, respiratorios, del sueño, retraso en el crecimiento, retraso mental, problemas de aprendizaje, etc.
En la mayoría de los casos no es posible prevenir la lesión cerebral que provoca los trastornos agrupados bajo la denominación de parálisis cerebral, aunque los controles prenatales adecuados pueden prevenir en cierta medida los factores de riesgo asociados, como la prematuridad. También las mejoras en el control terapéutico del recién nacido prematuro y la atención multidisciplinar resultan muy efectivos para detectar y tratar precozmente el trastorno y los problemas asociados al mismo.
La esperanza de vida de un niño con parálisis cerebral depende en gran medida de la intensidad y gravedad de la lesión cerebral que presenta y de los trastornos asociados, así como de la edad a la que se comience la intervención terapéutica. La respuesta familiar ante la situación y la disponibilidad de servicios terapéuticos y educacionales adecuados resultan de vital importancia en la evolución del paciente.

¿Cuántas personas padecen de este trastorno?

A pesar del progreso en prevenir y tratar ciertas causas de la parálisis cerebral, el número de niños y adultos afectados no ha cambiado o quizás haya aumentado algo durante los últimos 30 años. Esto es en parte debido a que más bebés críticamente prematuros y débiles están sobreviviendo por las mejoras en el cuidado intensivo. Lamentablemente, muchos de estos bebés padecen de problemas en el desarrollo del sistema nervioso o sufren daño neurológico. La investigación para mejorar el cuidado de estos niños está en progreso, así como estudios en la tecnología para aliviar disturbios de la respiración y pruebas de fármacos para prevenir la hemorragia del cerebro antes o inmediatamente después del parto.


Estipulación temprana en niños con parálisis cerebral

Cuando un diagnostico compromete el futuro de un niño, la estimulación natural puede no ser suficiente; y sea por la particularidad del estímulo que necesita el hijo, o por el estado emocional de los padres, quienes no pueden cumplir las necesidades del hijo.
Para lograrlo un equipo deberá estar atento para cada caso, teniendo como objetivo fundamental que el niño llegue a ser una persona capaz de comunicarse con el entorno, de adaptarse a situaciones nuevas, y lograr la mayor autonomía de la que sea capaz.
Para lograr una evolución armónica del bebe paralitico cerebral, el profesional encargado de realizar la estimulación temprana debe encarar todas las áreas de abordaje terapéutico:
ü  Psicomotricidad
ü  Comunicación y lenguaje
ü  Relación de los objetos
ü  Sociabilización
La relación del terapeuta es la única, directa con él bebe, de este modo, el niño podrá establecer un vínculo que favorecerá los procesos de identificación. El tendrá que sostener la función materna y dar a la madre un modelo de relación adecuado para con ese bebe.  Y ese rol debe ser cumplido siempre por la misma persona.
El terapeuta recibirá la información de los demás miembros del equipo y la implementara.
La estimulación temprana en el caso de PCI se basa en apoyar el desarrollo de los niños, con deficiencia, analizando y desplegando en la práctica clínica, los vasos comunicantes, que existen entre lo cognitivo y lo afectivo, lo biológico, reflejo y lo adquirido, la motricidad y lo sensorial, la falencia y la potencialidad.
En los distintos tipos de PC  el niño puede tener afectada, en mayor o menor medida una parte de su cuerpo. Nuestro objetivo, es poder lograr que para él su cuerpo sea un todo. Mostrándole la manera de poder usar mejor las partes menos afectadas y estimular también las otras. Evitar que el niño llegue a rechazar que se le toque la parte comprometida.

Cada niño con PC puede tener reacciones diferentes ante distintas situaciones, la madre deberá ser guiada para que el niño este cómodo. Si se siente sostenido y contenido, se animara a realizar por sí mismo algunas acciones, sobre juego o alimentación. Los padres apoyan, participan, posibilitan y asumen su cota de compromiso en este proceso, que llevara a la estructuración de la personalidad del hijo con el máximo desarrollo de sus potencialidades.