INTRODUCCIÓN
Durante el período madurativo
del sistema nervioso central pueden presentarse determinadas influencias que
provoquen daños en el mismo ya sea en las etapas en que el niño se está
formando en el vientre de su madre, en el momento de nacer o después. Cuando
esto ocurre específicamente en el cerebro, pueden aparecer trastornos motores,
psíquicos, conductuales, auditivos, ópticos o del lenguaje, pudiendo llegar a
constituirse en un grupo de síndromes que originan retardo en el desarrollo
psicomotor entre los que se encuentra la parálisis
cerebral.
La parálisis cerebral es la
primera causa de invalidez en la infancia. El niño que padece de este trastorno
presenta afectaciones motrices que le impiden un desarrollo normal. La
psicomotricidad se encuentra afectada en gran medida, estando la relación entre
razonamiento y movimiento dañado, y por ende el desarrollo de habilidades que
se desprenden de esa relación.
Múltiples factores la producen,
el mayor porciento ocurre en el momento del nacimiento en que por distintos
motivos puede ocurrir una hipoxia del cerebro, lesionando zonas del mismo. Esta
lesión se contempló como neurofisiológico, provoca diferentes incapacidades
tales como trastornos de la postura y el movimiento que pueden estar
acompañadas o no de convulsiones, retraso mental, problemas visuales, auditivos
y del lenguaje.
La mayoría de los casos tienen
posibilidades de rehabilitación teniendo en cuenta la magnitud del daño
cerebral, la edad del niño, el grado de retraso mental, ataques epilépticos y
otros problemas que puedan estar asociados. El aspecto motor puede ser modificado
de manera favorable si el tratamiento comienza en edades tempranas evitando
retrasar aún más la adquisición y el aprendizaje de determinadas conductas
motrices.
La rehabilitación pudiera
considerarse como un conjunto de tratamientos mediante los cuales una persona
incapacitada se coloca mental, física, ocupacional y laboralmente en
condiciones que posibilitan un desenvolvimiento lo más cercano posible al de
una persona normal dentro de su medio social.
MARCO TEÓRICO
En la actualidad existe un consenso en considerar a la
parálisis cerebral (PC) como un grupo de
trastorno del desarrollo del movimiento y de la postura, causantes de
limitación de la actividad, que son atribuidos a una agresión no progresiva sobre
un cerebro en desarrollo, en la época fetal o primeros años.
La (PC) es un síndrome que puede ser debido a diferentes etimologías. El conocimiento de
los distintos factores que están relacionados con la (PC) es importante porque
alguno de ellos se pueda prevenir, facilitar la detección precoz y el
seguimiento de los niños con el riesgo de presentar PC.
La parálisis cerebral no tiene una causa única. Hay muchas
razones por las que alguien podría tenerla. Un niño no nacido podría haber
sufrido una lesión en el cerebro o tuvo un desarrollo anormal del tejido
cerebral, estos se llaman “causas prenatales”, que significa que ocurrieron
antes del nacimiento. Estas causas son responsables de aproximadamente 70% de
los casos de parálisis. Otro 20% de los casos es causado por una lesión
cerebral que pasa durante el proceso de nacimiento incluyendo bajos niveles de
oxígeno durante el parto o por complicaciones de la prematuridad.
La parálisis cerebral adquirida ocurre cuando hay daño
cerebral durante el primer año de vida, este daño puede ser causado por
infecciones cerebrales, como la meningitis bacteriana o encefalitis viral.
También puede ser causada por una lesión en la cabeza – como de un accidente de
vehículo de motor, una caída o maltrato infantil, a veces la causa real de la parálisis cerebral de un
niño en particular no se puede determinar.
Aunque puede haber habido una lesión cerebral o un problema
de desarrollo durante la gestación, los problemas con el control motor y la
postura pueden pasar desapercibidos hasta que las habilidades motoras del bebé
se desarrollen en la medida de identificar la condición. Por lo tanto, muchos
niños con esta enfermedad no son diagnosticados en el período neonatal, Sin
embargo la mayoría se puede diagnosticar en los primeros 2 años de vida.
¿Qué es parálisis
cerebral infantil (PC)?
Parálisis cerebral es un término usado para describir un
grupo de incapacidades motoras producidas por un daño en el cerebro del niño
que pueden ocurrir en el período prenatal, perinatal o postnatal.
La definición de PCI más ampliamente aceptada y más precisa
es la de un "trastorno del tono postular y del movimiento, de carácter
persistente (pero no invariable), secundario a una agresión no progresiva a un
cerebro inmaduro”.
Bajo el concepto de PC encontramos diferentes tipos de patologías
con causas diferentes, con pronóstico variable dependiendo del grado de
afectación y extensión de la lesión en el cerebro. La lesión es cerebral por lo
que no incluye otras causas de trastorno motor (lesión medular, de sistema
nervioso periférico). No es progresiva y si de carácter persistente causando un
deterioro variable de la coordinación del movimiento, con la incapacidad
posterior del niño para mantener posturas normales y realizar movimientos
normales, conduciendo entonces a otros problemas ya ortopédicos por lo que se
deben prevenir desde el primer momento. Al ocurrir en una etapa en que el
cerebro se encuentra en desarrollo va a interferir en la correcta maduración
del sistema nervioso incluso sin que el niño tenga una experiencia previa del
movimiento voluntario, pero al no haber una especificidad de funciones y
gracias a la neuroplasticidad va a permitir que áreas no lesionadas del cerebro
suplan la función de aquellas zonas lesionadas y se establezcan vías
suplementarias de transmisión. Esta neuroplasticidad del sistema nervioso será
más efectiva cuando la lesión sea focal y mucho menos probable cuando sea
generalizada.
Causas de la
parálisis cerebral infantil
Las causas se clasifican de acuerdo a la etapa en que ha
ocurrido el daño a ese cerebro que se está formando, creciendo y desarrollando.
Se clasificarán como causas prenatales, perinatales o posnatales.
Causas prenatales:
ü Anoxia prenatal. (Circulares al
cuello, patologías placentarias o del cordón).
ü Hemorragia cerebral prenatal.
ü Infección prenatal. (Toxoplasmosis,
rubéola, etc.).
ü Factor Rh (incompatibilidad
madre-feto).
ü Exposición a radiaciones.
ü Ingestión de drogas o tóxicos durante
el embarazo.
ü Desnutrición materna (anemia).
ü Amenaza de aborto.
ü Tomar medicamentos contraindicados
por el médico.
ü Madre añosa o demasiado joven.
Causas perinatales.
ü Son las más conocidas y de mayor
incidencia, afecta al 90 % de los casos.
ü Prematuridad.
ü Bajo peso al nacer.
ü Hipoxia perinatal.
ü Trauma físico directo durante el
parto.
ü Mal uso y aplicación de instrumentos
(fórceps).
ü Placenta previa o desprendimiento.
ü Parto prolongado y/o difícil.
ü Presentación pelviana con retención
de cabeza.
ü Asfixia por circulares al cuello
(anoxia).
ü 10-Cianosis al nacer.
ü 11-Broncoaspiración.
Causas posnatales:
ü Traumatismos craneales.
ü Infecciones (meningitis,
meningoencefalitis, etc.).
ü Intoxicaciones (plomo, arsénico).
ü Accidentes vasculares.
ü Epilepsia.
ü Fiebres altas con convulsiones.
ü Accidentes por descargas eléctricas.
ü Encefalopatía por anoxia.
Síntomas
Los síntomas de la parálisis cerebral -que varían
significativamente de un paciente a otro, por lo que no existen dos casos
iguales-, se suelen observar antes de los dos años de edad. Los niños afectados
muestran retrasos en su capacidad para sentarse, girar, alcanzar un objeto,
gatear, ponerse de pie. La clasificación
clínica de los pacientes con parálisis cerebral se basa en características
observadas en los niños afectados, que están relacionadas con el tipo de
trastorno motor predominante y la extensión y gravedad del mismo, la presencia
de otros trastornos asociados con frecuencia se observan también trastornos
sensitivos, cognitivos, conductuales, epilepsia, retraso mental. Las causas de
la lesión, etc. Entre las presentaciones más comunes:
Tipos de parálisis
cerebral infantil
ü Parálisis cerebral espástica:
Como cuadriplejía, diplejía, paraplejía, hemiplejía y
monoplejía, es la forma de parálisis más frecuente, y las manifestaciones
clínicas habituales son la hiperexcitabilidad y la persistencia anormal de los
reflejos neonatales. Estas manifestaciones hacen que los puños permanezcan
firmemente cerrados, que existan reflejos tónicos del cuello, a menudo
mantenidos de forma constante, y posturas de extensión cuando se mantiene en
vertical al niño (espalda arqueada, y extensión rígida y rotación interna de
las piernas). La espasticidad y la rigidez se van poniendo de manifiesto al
crecer el paciente, y con frecuencia dan lugar a posturas anormales de las
extremidades y a contracturas.
En la cuadriplejía espástica, la forma más grave, están
afectados los cuatro miembros. El niño tiene retraso mental asociado (en más
del 90% de los casos) y convulsiones frecuentes.
En la diplejía espástica están afectados los cuatro miembros,
aunque es mucho más intenso en las extremidades inferiores. A menudo la
inteligencia es normal, pero son frecuentes las apraxias (incapacidad de
realizar movimientos de propósito, aprendidos y familiares) que dificultan el
aprendizaje.
En la paraplejía espástica sólo están afectadas las
extremidades inferiores.
La hemiplejía espástica se manifiesta en la tercera parte del
niño diagnosticado y afecto a un lado del cuerpo. Con frecuencia existe
hemianopsia homónima (pérdida de visión parcial o completa de una de las
mitades del campo visual en ambos ojos), y déficit hemisensorial (falta la
sensibilidad en la mitad afectada del cuerpo). Es característica la cojera y la
postura que adopta el brazo en flexión mantenida cuando se prona el antebrazo
(mostrando el dorso de la mano) y se flexiona la muñeca.
La monoplejía es la debilidad limitada a una extremidad. Es
poco frecuente.
ü Parálisis cerebral disquinética:
Es menos frecuente que la PC espástica, y se caracteriza por
movimientos involuntarios, persistencia de reflejos arcaicos y posturas
anormales, hipotonía (disminución del tono muscular) en la infancia y
movimientos coreoatetósicos y distonías (trastornos del movimiento).
Estos pacientes suelen tener afectados los músculos
buco-laríngeos, lo que les ocasiona trastornos del habla. También pueden
padecer sordera, lo que puede inducir a pensar, erróneamente, en la existencia
de retraso mental profundo; solo se puede valorar la capacidad intelectual
después de múltiples exploraciones.
ü Parálisis cerebral atáxica:
Es una forma poco frecuente de parálisis cerebral (5-10% de
los casos), que se caracteriza por hipotonía, falta de coordinación del
movimiento y déficit de equilibrio. En la ataxia cerebelosa congénita aparecen
hipotonía y reflejos tendinosos durante la lactancia. El temblor y la marcha
atáxica se desarrollan a partir del segundo año de vida. Puede haber un déficit
mental asociado, pero leve.
¿Qué trastornos
tienen relación con la parálisis cerebral?
Retraso mental:
Dos tercios del total de los pacientes. Es lo más frecuente
en niños con cuadriplejía espástica.
ü Problemas de aprendizaje
ü Anormalidades oftalmológicas
(estrabismo, ambliopía, nistagmo, errores de refracción)
ü Déficit auditivo
ü Trastornos de comunicación
Ataques convulsivos:
Una tercera parte del total de los pacientes; se observa
con más frecuencia en niños con
Hemiplejía espástica.
ü Deficiencia del desarrollo
ü Problemas de alimentación
ü Reflujo gastroesofágico
ü Problemas emocionales y de
comportamiento (en especial, déficit de atención con hiperactividad,
depresión).
Clasificación en
función de la extensión del daño cerebral.
El sufijo plagia significa ausencia de movimiento, cuando hay
algún tipo de movilidad se utiliza el sufijo parecía (cuadriparesias,
tetraparesias, hemiparesias y monoparesias).
- Cuadriplejía: Están afectados los cuatro miembros.
- Tetraplejía: Afectación global incluyendo tronco y las cuatro extremidades, con un predominio de afectación en miembros superiores.
- Triplejía: Afectación de las extremidades inferiores y una superior.
- Diplejía: Afectación de las cuatro extremidades con predominio en extremidades inferiores.
- Hemiplejía: Está tomado un solo lado del cuerpo (hemicuerpo), y dentro de este el más afectado es el miembro superior.
- Doble hemiplejía: Cuando existe una afectación de las cuatro extremidades, pero mucho más evidente en un hemicuerpo, comportándose funcionalmente como una hemiparesia
- Paraplejía: Son muy poco frecuentes, se afectan solo los miembros inferiores.
- Monoplejía: Se afecta un solo miembro (brazo o pierna), estos casos son poco comunes.
Tratamiento y prevención de la
parálisis cerebral
La parálisis cerebral no tiene cura; el tratamiento es
multidisciplinar, y su objetivo es lograr el mayor grado posible de desarrollo
físico e integración social de los afectados. Debe ir enfocado a dos líneas de
actuación:
Tratamiento del trastorno motor:
Para mejorar la movilidad del
paciente y prevenir y tratar las deformaciones y/o el dolor asociados. Para
conseguirlo se emplean técnicas de fisioterapia y terapia ocupacional,
dispositivos ortopédicos, cirugía, y fármacos para reducir las convulsiones o
relajar los músculos.
Prevención o disminución de los efectos que tiene el
trastorno motor sobre el desarrollo general del niño: durante los primeros años
de vida, el aprendizaje y la relación del niño con su entorno están
directamente relacionados con su capacidad de movimiento. Sus desplazamientos y
la manipulación de los objetos le ayudan a conocer su entorno, y la limitación
motora le priva de este conocimiento, de ahí la importancia de una atención
terapéutica temprana que mejore la autonomía del paciente y sus posibilidades
de comunicación.
Tratamiento de los trastornos asociados:
Ya sean déficits sensoriales
(hipoacusia, deficiencias visuales...), epilepsia (muy frecuente en estos
pacientes), trastornos de la alimentación, respiratorios, del sueño, retraso en
el crecimiento, retraso mental, problemas de aprendizaje, etc.
En la mayoría de los casos no es posible prevenir la lesión
cerebral que provoca los trastornos agrupados bajo la denominación de parálisis
cerebral, aunque los controles prenatales adecuados pueden prevenir en cierta
medida los factores de riesgo asociados, como la prematuridad. También las
mejoras en el control terapéutico del recién nacido prematuro y la atención
multidisciplinar resultan muy efectivos para detectar y tratar precozmente el
trastorno y los problemas asociados al mismo.
La esperanza de vida de un niño con parálisis cerebral
depende en gran medida de la intensidad y gravedad de la lesión cerebral que
presenta y de los trastornos asociados, así como de la edad a la que se
comience la intervención terapéutica. La respuesta familiar ante la situación y
la disponibilidad de servicios terapéuticos y educacionales adecuados resultan
de vital importancia en la evolución del paciente.
¿Cuántas personas
padecen de este trastorno?
A pesar del progreso en prevenir y tratar ciertas causas de
la parálisis cerebral, el número de niños y adultos afectados no ha cambiado o
quizás haya aumentado algo durante los últimos 30 años. Esto es en parte debido
a que más bebés críticamente prematuros y débiles están sobreviviendo por las
mejoras en el cuidado intensivo. Lamentablemente, muchos de estos bebés padecen
de problemas en el desarrollo del sistema nervioso o sufren daño neurológico.
La investigación para mejorar el cuidado de estos niños está en progreso, así
como estudios en la tecnología para aliviar disturbios de la respiración y
pruebas de fármacos para prevenir la hemorragia del cerebro antes o
inmediatamente después del parto.
Estipulación temprana en niños con
parálisis cerebral
Cuando un
diagnostico compromete el futuro de un niño, la estimulación natural puede no
ser suficiente; y sea por la particularidad del estímulo que necesita el hijo,
o por el estado emocional de los padres, quienes no pueden cumplir las
necesidades del hijo.
Para
lograrlo un equipo deberá estar atento para cada caso, teniendo como objetivo
fundamental que el niño llegue a ser una persona capaz de comunicarse con el
entorno, de adaptarse a situaciones nuevas, y lograr la mayor autonomía de la
que sea capaz.
Para lograr
una evolución armónica del bebe paralitico cerebral, el profesional encargado
de realizar la estimulación temprana debe encarar todas las áreas de abordaje
terapéutico:
ü Psicomotricidad
ü Comunicación y lenguaje
ü Relación de los objetos
ü Sociabilización
La relación
del terapeuta es la única, directa con él bebe, de este modo, el niño podrá
establecer un vínculo que favorecerá los procesos de identificación. El tendrá
que sostener la función materna y dar a la madre un modelo de relación adecuado
para con ese bebe. Y ese rol debe ser
cumplido siempre por la misma persona.
El terapeuta
recibirá la información de los demás miembros del equipo y la implementara.
La
estimulación temprana en el caso de PCI se basa en apoyar el desarrollo de los
niños, con deficiencia, analizando y desplegando en la práctica clínica, los
vasos comunicantes, que existen entre lo cognitivo y lo afectivo, lo biológico,
reflejo y lo adquirido, la motricidad y lo sensorial, la falencia y la
potencialidad.
En los
distintos tipos de PC el niño puede
tener afectada, en mayor o menor medida una parte de su cuerpo. Nuestro
objetivo, es poder lograr que para él su cuerpo sea un todo. Mostrándole la
manera de poder usar mejor las partes menos afectadas y estimular también las
otras. Evitar que el niño llegue a rechazar que se le toque la parte
comprometida.
Cada niño
con PC puede tener reacciones diferentes ante distintas situaciones, la madre
deberá ser guiada para que el niño este cómodo. Si se siente sostenido y
contenido, se animara a realizar por sí mismo algunas acciones, sobre juego o
alimentación. Los padres apoyan, participan, posibilitan y asumen su cota de
compromiso en este proceso, que llevara a la estructuración de la personalidad
del hijo con el máximo desarrollo de sus potencialidades.